Un día el joven discípulo dijo a su maestro:
Maestro, un amigo tuyo ha estado hablando mal de ti.
Espera- interrumpe el maestro-¿Ya hiciste pasar por las tres puertas lo que vas a contarme?
-¿Cuales tres puertas?- pregunta el alumno.
La primera es la verdad, ¿estas seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme?
-No, lo escuche de comentarios de unos vecinos.
-Al menos el comentario habrá pasado por la segunda puerta: la bondad, ¿lo que quieres decirme es bueno para alguien?
-Y por la última puerta....la necesidad ¿es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?
-No.... no es necesario maestro.
-Entonces-dijo el maestro: Si no es verdad, ni es bueno, ni es necesario, lo mejor será ¡olvidarlo para siempre!